En una atípica noche del Draft de la WNBA, Sabrina Ionescu celebraba con su familia su elección por las New York Liberty en el primer puesto. La situación actual hizo cancelar un evento multitudinario y, desde casa, la ya ex jugadora de la Universidad de Oregon ponía fin a su etapa universitaria para dar el gran salto a la WNBA. Y no será un salto cualquiera.
Ionescu ha sido, de largo, la mejor jugadora que ha pasado por el programa universitario de Oregon. Sin mucha tradición en el basket femenino, la base californiana ha roto todos los récords y puesto a su equipo en cotas nunca antes alcanzadas. Y en el plano individual, es la única jugadora en la historia de la NCAA en alcanzar 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 1.000 asistencias. Casi nada.
¿Cómo juega Sabrina Ionescu?
La jugadora que lo tiene todo. Una base con buena envergadura (1,80 m), con un fantástico dominio del balón y una inteligencia sobre la pista difícil de igualar. 17,5 puntos, 8,6 rebotes y 9 asistencias de promedio esta última temporada que justifican de manera unánime su primer puesto en el Draft.
Aparentemente, el físico de Ionescu parece algo limitado para el puesto de '1'. No es la más rápida sobre el parqué, pero sí la que mejores decisiones sabe tomar. El mismo "problema" que sufre Luka Doncic y que resuelve ganando por inteligencia. no por físico.
Lo que la hace realmente especial es el compaginar un dominio total de situaciones de Pick&Roll con unos altísimos porcentajes de tiro (42% en triples). Esto hace que su defensa en bloqueo sea siempre evitando el tiro, lo que le permite generar ventaja atacando el aro y asistiendo a su compañera en la continuación. Es un martillo pilón que encuentra soluciones en casi cualquier momento del juego.
La conexión con Kobe Bryant
Desde su retirada, Kobe Bryant participó en proyectos relacionados con el basket como es la Mamba Academy, un centro de alto rendimiento, o como entrenador de su hija Gigi. La leyenda de los Lakers disfrutaba plasmando su conocimiento y actitud ante las jóvenes promesas del país. Unas promesas que veían en Sabrina Ionescu al espejo en el que mirarse.
De ahí nació una relación especial entre Kobe y Sabrina. En sus palabras, "Encontré a alguien con quien compartía la misma mentalidad". Y eso dicho de Kobe Bryant, es muchísimo. La jugadora de New York Liberty compartió muchos momentos con la familia Bryant, con el equipo de Gigi y con Kobe en particular. Ellos dos iban a conseguir que la WNBA subiera al siguiente escalón.
La marca de la WNBA
Por esta fantástica liga han pasado auténticas leyendas como Cynthia Cooper, Lisa Leslie, Diana Taurasi o Sue Bird. Talentos maravillosos que nunca se encontraron en el contexto mediático adecuado para dar a la WNBA el empujón que necesita. Ese contexto ha llegado con Sabrina Ionescu.
Su manera de pulir récords en la NCAA, su exhibición en un amistoso contra USA (victoria y 30 puntos para la base) y su facilidad para hacer triples-dobles la han mantenido en el punto de mira mediático (medios, redes sociales) durante su periplo universitario.
A partir de ahora, en Brooklyn (las Liberty jugarán en el Barclays Center al ser del mismo dueño de los Nets) el mercado es mucho mayor y su influencia se va a notar desde el primer día. Tanto es así que Nike ha pujado muchísimo por mantenerla en sus filas ante la insistencia de Under Armour y del propio Stephen Curry. Nike, con las oficinas centrales en Oregon, ha visto en Ionescu al icono idóneo para representar el baloncesto femenino en todo el mundo.
¿Estaremos ante la primera Signature de una jugadora de la WNBA? Lo que tenemos claro es que su inclusión en la liga va a causar un subidón mediático sin precedentes. Y Sabrina Ionescu se convertirá en la nueva cara y referencia del basket femenino.
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