El bombazo que está suponiendo la emisión de 'The Last Dance' hace reabrir numerosos debates de aquella época. La dureza de los Detroit Pistons, las concesiones a Dennis Rodman, el compañerismo de Michael Jordan... Un sinfín de contenido que también "salpica" al mítico Dream Team. ¿Realmente hubo algún veto o fue por pura decisión técnica?
Para los Juegos Olímpicos de Barcelona '92, la selección de los Estados Unidos reunió a lo mejor de lo mejor con el objetivo de mostrar al mundo la distancia baloncestística que había sobre el resto del globo. Un elenco de estrellas, alguna ya convertidas en leyendas, cuyo rendimiento y espectáculo quedaron grabados para siempre en nuestras retinas. No obstante, el país norteamericano tenía más -mucho más- de 12 jugadores con talento suficiente para estar en el roster.
Isiah Thomas, "el vetado"
Como buen 'Bad Boy', Isiah Thomas no dejó muchos amigos en las pistas donde jugaba su equipo. El base de los Pistons bicampeones tuvo serios problemas de 'feeling' con Michael Jordan y Magic Johnson, que aún retirado fue uno de los buques insignia del Dream Team.
Thomas se las tuvo que ver con ambos en su lucha por el título de Campeón. El baloncesto extremadamente duro que su equipo practicaba privó a Jordan de disputar las Finales en dos ocasiones. En la tercera y con un MJ que aprendió a sobrellevar esa dureza, 4-0 para los Chicago Bulls... Y el icónico pasillo de toda la plantilla de los Pistons sin saludar a sus rivales. Un gesto que, como bien pudimos ver en 'The Last Dance', sigue muy latente en la memoria del actual dueño de los Charlotte Hornets.
Con Magic Johnson, el contexto fue similar. Lakers y Pistons se cruzaron en las Finales de 1988 y 1989, deteriorando una relación entre estos jugadores que llegó a su fin cuando, según Magic, Thomas cuestionara su sexualidad a raíz de haber contraído el virus del VIH. Años más tarde, Johnson admitió que presionó al cuerpo ténico de USA para dejar a Isiah fuera del roster.
Cuestiones extra deportivas aparte, lo cierto es que en términos tácticos la presencia de Isiah Thomas bien pudo ser cuestionada. Pese a promediar 18 puntos y 7 asistencias en esa temporada, su 'prime' había pasado y otros jugadores comenzaban a relucir. Tim Hardaway, leyenda de Warriors y Miami Heat, promediaba en su tercer año 23 puntos y 10 asistencias y tampoco estuvo en el equipo. Por otro lado, Chuck Daly, entrenador del Dream Team, planteó una plantilla con solo dos bases puros: Magic Johnson y John Stockton. Difícil competir con semejantes directores de juego.
Dominique Wilkins y un físico en vano
La estrella de Atlanta Hawks quedó fuera de los 12 elegidos para el Dream Team a pesar de los numerazos que realizó en aquella temporada. 28 puntos y 7 rebotes para un alero que, a nivel FIBA, podría haber desempeñado el puesto de ala-pívot sin apenas esforzarse.
Aún a sus 32 años, el dominio físico de Wilkins era notable, pero todo el equipo contaba con esa ventaja respecto al resto de selecciones. Si, además de eso, tienes que competir por talento contra Pippen, Drexler, Mullin; o Malone y Barkley en el '4', su inclusión se antoja complicada. Y a Larry Bird, aún con 35 años, no podemos quitarle de este súper equipo.
Dennis Rodman o unas vacaciones en la Costa Brava
¿Os imagináis a Dennis Rodman en el Dream Team? Solicitando un permiso de 48 horas a su entrenador... ¡Que tiemble el Paseo Marítimo de la Barceloneta!
Bromas aparte, Rodman no tenía el talento suficiente para competir contra sus compañeros interiores del roster, pero quizás habría dado incluso un mejor rendimiento. Un plus defensivo y reboteador (promedió 18.7 ese año en Detroit Pistons) que habría machacado aún más a sus rivales. Si lo hacía en la NBA... ¿Cómo habría sido en FIBA?
Shaquille O'Neal como ficha 12
La plantilla de este equipazo se completó con la inclusión de Christian Laettner, uno de los mejores proyectos universitarios del país. Esa plaza, reservada para jóvenes talentos -con asiento vip en el banquillo- bien pudo ser ocupada por Shaquille O'Neal. El mastodóntico pívot promediaba 24 puntos, 14 rebotes y 5 tapones por partido. Habría sido icónico verlo romper algún que otro tablero de la Ciudad Condal.
El tetracampeón de la NBA habría compartido el puesto de pívot con Patrick Ewing y David Robinson, convirtiéndose desde el primer minuto en la rotación interior más potente de la historia.
En conclusión, es imposible tener hueco para todos. Isiah Thomas es el caso más sonado por sus roces con pesos pesados del equipo, pero quizás no fue el 100% de la decisión. Chuck Daly conocía muy bien al haberle entrenado en Detroit, y aún así siguió firme en su decisión. Cierto es que notar presión de Magic y Jordan puede ser influyente, pero no determinante en su totalidad.
Y vosotros, ¿creéis que algún otro jugador merecía ir a esta histórica selección? ¡Os leemos!
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