Restan apenas dos semanas para que la NBA vuelva a nuestras vidas y todos los equipos se encuentran ya en Orlando, en esta nueva normalidad que nos trae la NBA Bubble que la Organización ha preparado para poder tener un Campeón este año.
Tras meses de inactividad, las plantillas se ponen a tono para conquistar el título más extraño en décadas, pero no por ello más sencillo. Con todos los impedimentos que hemos sufrido, este campeonato no tiene un asterisco. Más bien, tiene doble mérito. ¿Acaso los favoritos llegarán en forma? ¿Tendremos alguna sorpresa?
Lakers, Bucks... ¿Y si la vida no sigue igual?
A comienzos de temporada todas las cábalas daban como favoritos a tres equipos por encima del resto: Los Angeles Lakers, Milwaukee Bucks y Los Angeles Clippers. Tres de las mejores plantillas de la liga que además, habían encontrado su ritmo de juego y metían miedo desde los primeros compases de la temporada.
Pero la situación ha cambiado drásticamente. Los factores externos de este año pueden dar la vuelta a la tortilla y hacernos disfrutar de una temporada en la que los menos tenidos en cuenta puedan dar la sorpresa.
El bagaje de un campeón se gana noche tras noche durante una temporada, lo que genera un ritmo competitivo y una identidad que, desde luego, se ha visto mermada por este malogrado parón. Por ello, quizás estemos ante la oportunidad de esos equipos -equipazos- que no aparecían en las apuestas, pero que han ido a Disney World a pelear y a luchar por el título.
Boston Celtics
Si bien los Boston Celtics son siempre favoritos en la Conferencia Este, la juventud de sus estrellas les alejaba un poco de la posición de 'contenders'. Jayson Tatum ya es una estrella y Jaylen Brown más de lo mismo, pero su corta experiencia y la ausencia de un pívot dominante en la plantilla siempre marcó la distancia frente a los tres equipos mencionados anteriormente.
A día de hoy, todo es posible. Los de Brad Stevens cuentan con una plantilla descomunal, sobre todo en la línea exterior, que puede dar más de una sorpresa. Todo dependerá de la forma que consigan tener de cara a los partidos más importantes del año.
Resulta imposible descifrar cómo se puede preparar una fase final de NBA en tan poco tiempo y tras tantos meses de inactividad. Las condiciones impuestas por la NBA serán las mismas para todos y los pequeños factores decantarán la balanza a un lado o a otro. Es por eso que los equipos menos favoritos tienen ante sí una oportunidad de oro.
Denver Nuggets
A pesar de la mala noticia del positivo por Covid-19 de Nikola Jokic, el pívot serbio llegará a la reanudación de la NBA. Y llegará más fino que nunca. La cuarenenta ha sentado bien al mago de los Nuggets, que mostró haber perdido unos cuantos kilos durante estos meses.
Si tras pasar la enfermedad, el pívot llega bien físicamente, cuesta imaginar su espectacular talento con más velocidad, agilidad y dinamismo. Quizás sea el plus que los de Mike Malone necesitan para ser candidatos a todo este año.
A su alrededor, la dependencia anotadora de Jamal Murray o Will Burton debe repartirse entre jugadores jóvenes como Michael Porter Jr., cuyo futuro es muy esperanzador; o complementos como Gary Harris, siempre bien considerado por su entrenador.
El bloque existente en los Nuggets es fantástico y joven. Lo que puedan perder por esa inexperiencia puede beneficiarles en la situación actual, donde la preparación física y mental 'express' que tendrán los jugadores puede ser una ventaja respecto a los teóricos favoritos.
La cruz de la moneda
Lo más probable es que bastantes equipos no den el nivel que podría esperarse de haberse cumplido la temporada completa. Y si a eso le añadimos factores externos relacionados con la pandemia, la cosa no pinta bien.
Utah Jazz
La suspensión de la NBA a mediados de marzo se hizo oficial tras el positivo de Rudy Gobert, un jugador que en su momento no se tomó en serio las normas y precauciones pertinentes, originando así el positivo de varios compañeros, entre ellos Donovan Mitchell.
La actitud de Gobert, por la cual ya se ha disculpado, originó muchas asperezas en el núcleo duro de la plantilla, donde los rumores de posible traspaso comenzaron a crearse sin cesar. A día de hoy, las cosas siguen igual y los Jazz competirán al máximo de sus posibilidades, pero sí que hay ligeros roces vigentes que pueden distraer al 'roster' del objetivo principal.
Philadelphia 76ers
Ojalá nos equivoquemos, pero da la sensación de que este tampoco será el año de los Sixers. Durante la Temporada Regular, los de Brett Brown no consiguieron esa dinámica fluida generada a partir de un estilo propio, y piezas nuevas como Al Horford no encontraron su sitio en el esquema.
Además, el formato alto de los de 'Philly' (Simmons-Harris-Horford-Embiid) no terminó de carburar pese a que sobre el papel pintaba muy bien. El pívot camerunés acapara todos los focos en el interior, dejando en la sombra a un Horford cuya mayor productividad nace al generar desde la cabeza de la bombilla. La bola pasa demasiado poco por sus manos y eso se resiente en el juego individual y colectivo.
Por otro lado, el propio Joel Embiid ha declarado abiertamente su posición contraria a la idea de la Burbuja NBA. Con algo de lógica, cree que no se debería reanudar la competición, pero al ser su trabajo jugará. Por mucho que juegue, es difícil que la actitud sea la necesaria para competir con opciones a tan alto nivel.
Hay detractores y partidarios de la reanudación de la NBA y el formato elegido. No sabemos qué va a pasar tras tantos meses parados y eso es lo bonito de este momento. A pesar de todo lo que ha causado, la NBA vuelve y con más sorpresas que nunca. ¡Estad preparados!
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